top of page

“Iglesia Parroquial Mayor”; Un destruido símbolo identitario santaclareño.



Esta Iglesia fue construida de madera y guano en 1692 por los fundadores de la villa, en el área de “Plaza de Armas”, apenas transcurridos los tres primeros años de la fundación de la villa.


Corría el año 1725 y Pbro. Conyedo, acometió la empresa de reedificar La vieja ermita de madera, con signos visibles de desgaste por el intemperismo, utilizando para ello mampostería y teja; la ejecución comenzó en el mes de abril de ese año, proceso que se extendió hasta 1738 y no hubo persona alguna en el pueblo que dejara de tomar parte en su ejecución constructiva, pues se le había pedido a los mismos facilitaran materiales para la obra o seis recursos pecuniarios, los que no constaban con posibilidades de donar materiales o hacer el desembolso económico, se brindaban para trabajos personales por el tiempo que le señalasen, es de imaginar lo grade que fue la empresa de erigir su iglesia parroquial, para una población con un pequeño vecindario, que no poseían los recursos suficientes para la empresa, que por su estructura y dimensiones debió ser muy costosa.


Verdad es que el espíritu religioso predominante en la época, debió ser una garantía de buen éxito, el templo ocupaba el centro de la Plaza, coincidiendo con el centro geográfico de la villa, constituía un edificio de poca belleza arquitectónica, pero tampoco ofrecía una vista desagradable, sus paredes exteriores confeccionadas de ladrillos de colores rojos y oscuros, expuestos a la vista dejaban observar la simetría dibujada por el maestro albañil; parecían estar barnizados, divididos unos de otros por el mortero empleado en su fijación; su carpintería era de construcción maciza, denotando en su conjunto una gran solides estructural.


El templo tenía una sola nave de unos treinta y tres metros y medio de largo por unos nueve metros de ancho, con dos capillas laterales. Contaba con 9 altares: el mayor dedicado a Santa Clara de Asís con un cuadro al Oleo de esta imagen, uno dedicado a San. Antonio, Otro a San. José, las Mercedes y las Ánimas del purgatorio, todos estos en el cuerpo principal de la Iglesia; las del rosario y la concepción en una capilla y las del Santo Cristo y los Dolores en la otra.


Tenía un campanario donde habían 4 campanas sin la del reloj; dos pequeñas, tan antiguas como la fundación de la iglesia, dedicada una a las Ánimas y la otra a la Concepción; y dos grandes, consagradas la mayor a Santa Clara y la otra a la misma patrona y a Jesús, María y José, se cuenta que en su tiempo estas campanas fueron las mejores de la isla, por su excelente sonido; ya que en su fundición se emplearon cuantiosas joyas de oro y plata, monedas y cobre extraído de las minas de Maleza, a cuyas circunstancias se debía su sonoridad.


La pila bautismal, fue confeccionada con piedra extraída del corazón de la “Loma del Capiro”, se colocó allí en 1725 y sirvió para tales oficios hasta la demolición de la Parroquia Mayor dando origen al apelativo de Pilongo a los bautizados en ella, dícese por algunos prestigiosos investigadores locales que el 8 de marzo de 1868 fue colocada con toda solemnidad una pila bautismal adquirida en La Habana por iniciativa del Párroco Luciano Santana donativos de fieles, por lo que en la actualidad resulta imposible determinar el paradero que tomó la pila procedente del Monte Capiro, en diciembre de 1820 fue colocado en su torre él reloj de repetición, que a la demolición de la ermita paso a formar parte de la fachada del Ayuntamiento Municipal (hoy sede de la emisora radial CMHW).


Esta iglesia se convirtió en uno de los sitios emblemáticos de la ciudad durante la etapa colonial, y lo continuó siendo durante la República, hasta que en 1923 mediante expropiación forzosa fue demolida. Se alude como una de las tantas causas, que el lugar donde se encontraba emplazada se necesitaba para ampliar el parque Leoncio Vidal, ya desde tempranos tiempos allá por el año de 1754 a sesenta y dos años de la fundación de la iglesia aparecen los primeros vestigios por la preocupación de ampliar, modificar y remodelar la plaza, constancia de lo cual se puede apreciar en reiteradas actas capitulares del ayuntamiento local para la fecha. Desde entonces las autoridades municipales abogaron en reiteradas ocasiones por su demolición, para cambiar la imagen de la plaza, cambiando el entorno de las áreas de la iglesia, en el propio año 1754 solicitaba el Teniente de Real Hacienda D. Felipe Sarduy, un terreno situado frente al templo muy cercano a la “Puerta del Perdón” hecho que encontramos reflejado por Manuel García Garófalo en su obra, “Tradiciones Villaclareñas”, ó como ocurre cuando se plantea eliminar el cementerio, propiedad de la Iglesia, por razones higiénico sanitarias, el cual permaneció en ese lugar hasta el año 1809, ó posteriormente cuando en 1840 se pronuncian por eliminar los muros y paredes que rodeaban el frente del templo alegando que causaban molestias al público.


Llegamos así al año 1907, donde el artífice fundamental de la demolición, el entonces alcalde de la villa José Berenguer, presentó un proyecto para adquirir y demoler la parroquial mayor y ampliar las obras adecuadas para una nueva plaza, proyecto que fue aprobado pero no se realizó entonces. En 1910 el alcalde Joaquín L. Silva, realizó gestiones ante el Obispo de Cienfuegos para comprar la Iglesia y el resto de las construcciones que se le agregaron en la primera mitad del siglo XIX, no es hasta el 30 de agosto de 1916 que se autoriza la expropiación de la Iglesia Mayor, al siguiente año, el 3 de diciembre, varios congresistas, entre los que se encontraba el Sr. Pedro Camps y Camps, presentaron una proposición de ley donde concedieron un crédito de $150 000.00 pesos para la adquisición de la iglesia y la construcción del parque Leoncio Vidal.


Corre un periodo convulso entre defensores y detractores de la demolición, uno de los puntos presentados desde años antes era la erección de la estatua de la benefactora Marta Abreu, el hijo de la benéfica dama santaclareña, Pedro Estévez Abreu, fue un enérgico partidario de mantener la Parroquial Mayor”, en una visita efectuada a la ciudad el 22 de mayo del año 1920 acompañado por su esposa e hijos, en compañía del alcalde municipal Manuel Ruiz, hace un recorrido por las obras donadas por su ilustre progenitora, visitando asilos y escuelas, incluyendo también para la ocasión una visita a la Iglesia Mayor, allí alerta a las autoridades locales que..."se debe mantener intacta la Iglesia Mayor embelleciendo con jardines, sin tocar su fachada ni interior”… Y que la proyectada estatua de la benefactora fuera colocada al Oeste, es decir por donde se va ensanchando la ciudad.


En abril de 1921 se somete a consideración del Consejo Provincial, el proyecto de acometer la obra a cargo de la Provincia, aprobándose la adquisición mediante compra o expropiación de las propiedades de la Iglesia, (que incluían el terreno y edificios propiedad de la misma), Ya por esta fecha se aprueba el derrumbe de los mismos, y la construcción de la ampliación del “Parque Republicano” teniendo en cuenta el plano de abril de 1915, en el cual según el Ayuntamiento, se proponía el emplazamiento de la estatua de la ilustre Marta, en un lugar inmediato a la torre de dicho templo, se llega a consenso por unanimidad que este será el lugar del emplazamiento de la misma, aun cuando fuera preciso para ello demorar la erección en tanto se demoliera la iglesia; sin perjuicio de designar otro sitio, si ese proyecto fracasase.


El 3 de mayo de 1923 se entregó al ayuntamiento el proyecto que fue aprobado por el gobernador Roberto Méndez Peñate para la ampliación de la plaza, incluyendo la demolición de la Iglesia. Después de ser expropiada: los dignatarios religiosos presentaron reclamación al ayuntamiento de Santa Clara y se les tuvo que pagar la suma de $ 77 850.00, el 22 de agosto de 1923 comienza el derribo de la “Iglesia Mayor” el cual concluyó en su totalidad en 1924. En mismo lugar que ocupaba la torre de la iglesia se colocó la estatua de la ilustre Villaclareña Marta Abreu de Estévez, debajo de la estatua, en una caja de plomo se colocó entre otras cosas una colección de fotos de la “Iglesia Mayor” antes y durante su demolición. La tarde de octubre en que se develo la estatua de la insigne villaclareña, un súbito viento arremetió llevándose las sabanas que cubrían la estatua, dejando al descubierto las formas escultóricas, las fuerzas eólicas provenientes del Capiro, anunciaban así el disgusto celestial, por la profanación realizada.


El recinto religioso poseía valores patrimoniales en su arquitectura y su estética interior; al primer golpe demoledor, se trasladó las imágenes para la iglesia de la “Divina Pastora”, otras fueron a parar a hogares de diferentes fieles, la pila bautismal símbolo identitario del “pueblo pilongo” fue depositada por el entonces Gobernador Provincial, en la primera habitación de su residencia, en el propio Gobierno. Más tarde, otro gobernador de turno la hizo trasladar a una de las salas del Gobierno Provincial, allí estuvo hasta que en el año 1934 fue destinada a la iglesia del Carmen... a solicitud del párroco Ángel Tudurí, posteriormente al inaugurarse la Parroquial Mayor “Santa Clara de Asís”, fue trasladada allí y donde hoy disfruta los honores de Iglesia.


No todo pudo ser salvado o recuperado se ha sabido que las imágenes de la Santísima Virgen y la de San Juan, desaparecieron bajo la picota demoledora de la Parroquia, además, de todas las partituras musicales y obras creativas del profesor de piano y canto Cándido Herrero Narro, La demolición del templo constituyó un hecho que fue repudiado por intelectuales y habitantes de la ciudad quienes de manera diáfana expresaron su más enérgica censura. En la sección La Nota diaria por Sergio Restituto Álvarez Mariño en su crónica No. 87 se refiere a la última misa efectuada en la iglesia Parroquial Mayor en la mañana del día 15 de abril de 1923, así expuso… “la iglesia más antigua de Santa Clara, la que ha hecho sonar las campanas, desde su elevada torre y ha anunciado tantos acontecimientos religiosos y sociales, será destruida, para ampliar nuestro parque central, ya que el aumento de población así lo requería”.


El propio cronista en otra nota periodística alega “Cae el antiguo templo bajo la piqueta del progreso, ya que Villaclara necesita un parque”. La infausta demolición de la Iglesia Mayor fue llevada a cabo, a pesar de la oposición por parte de muchos habitantes, ella represento durante más de doscientos treinta y un años, el ideal supremo de los pilongos santaclareños, desde los más humildes y desposeídos hasta los más encumbrados de la ciudad, que impotentes ante el proceso demoledor, vieron como cayeron sus muros, por el empuje de los modernistas y gobernantes de turno, siendo lo más cierto que toda una época se marchó con su demolición.



Ver Galeria de Fotos:
Galería de la Ciudad de Marta
Santa Clara:
Insignes

Articulos

Todo Mezclado

Logo-330 S Clara.png
bottom of page