top of page

“Tricentenario de la villa de Santa Clara”. (1989)



Llegamos al trescientos aniversario de la fundación de la villa “Villa Nueva de Santa Clara del Cayo” o “Gloriosa Santa Clara”, desde aquel lejano 15 de julio de 1689 a la fecha mucha agua ha corrido por sus adoquinadas calles, y legendarios ríos aunque en el presente los mismos no sean ni la sombra de lo que eran cuando los primeros pobladores llegaron a esta agreste sabana del hato de Antón Díaz, esta tercera centuria de vida citadina va a estar caracterizada por grandes y sustanciales cambios, pero constituirá también la centuria de las grandes pérdidas, los santaclareños remodelaron su plaza en varias ocasiones, construyeron el teatro, la cámara de comercio, infinidad de hoteles, clubes, edificios pintorescos, bibliotecas públicas, escuelas y universidades, salas de baile, ampliaron y modernizaron calles, avenidas y puentes, evolucionado hasta convertirse en una de las urbes más cosmopolita del país, la posición de la ciudad, en el centro del país, la convierte en la parada ideal para todos los que transitaban por el país, constituyendo un enlace de comunicación entre el este y el oeste de la isla, su nudo ferroviario y el paso de la “Carretera Central” a partir de 1929 ayudaron en gran medida a ello, este florecimiento del tercer milenio citadino, aporta dos momentos importantes en el desarrollo de la ciudad, el comprendido desde finales del siglo XIX y hasta el año 1958, y la llamada época revolucionaria que abarca desde el inicio del año 1959 hasta el año 1989 fecha en que arriba a su tercera centuria.


Durante los primeros setenta años de esta tercera centuria, los santaclareños proveen del Alumbrado Público a su ciudad gracias a la gentil benefactora Marta Abreu y su Esposo Luis Esteves, hecho que sitúa al territorio entre los pocos que ostentan el moderno sistema eléctrico, ampliación de La Estación del ferrocarril de la villa con la intención de favorecer la permanencia de los viajeros, adicionándolo al terminal que habilitaba los trenes en tránsito, en los finales del siglo XIX también aparecen otras obras casi todas financiadas por la insigne y filántropa villaclareña Marta Abreu de Estévez, donaciones de vital importancia para la ciudad, pues brindan una renovación en la zona más céntrica de la villa al construirse el teatro “La Caridad”, este fin de siglo aporta una nueva imagen de la ciudad con el surgimiento de un grupo de viviendas con estilo ecléctico. Durante este lustro Cuba se encontraba sumergida en la “Guerra del 95” en su afán de independizarse del colonialismo español, Santa Clara no es ajena a esto, con el inicio de la gesta independentista, las autoridades españolas vincular la inauguración del alumbrado eléctrico con una táctica para despistar a las fuerzas militares después del alzamiento del 24 de febrero, promoviendo que Marta Abreu y su esposo Luis Estévez, fueran enviados al exilio, el 23 de marzo de 1896 la columna dirigida por Leoncio Vidal, pudo penetrar en la ciudad irrumpiendo en el parque “El Recreo”, donde cae herido mortalmente el coronel y su ayudante, el cabo Ramón Brito.


El nuevo siglo aparece venturoso para la villa y sus habitantes, pero no estará exento de grandes pérdidas, a pesar de su posición mediterránea Santa Clara continúa como capital de su provincia, y beneficiada por el auge de las ciudades portuarias que se desarrollaban gracias a la producción y el mercado azucarero, el 2 de enero de 1909 ocurría una de las grandes pérdidas de esta centuria, moría exiliada en Paris, la ilustre benefactora Marta Abreu de Estévez, y el 1923 ocurre otra gran pérdida, esta vez del patrimonio atávico de la ciudad, se dio comienzo a la demolición de la de la vieja Iglesia Parroquial Mayor, la cual concluyó en su totalidad en 1924, ella represento durante más de doscientos treinta y un años, el ideal supremo de los pilongos santaclareños, siendo lo más cierto que toda una época se marchó con su demolición. Se daba así paso, a una nueva imagen del centro de la villa, inaugurándose en 1925 la denominada “Etapa Republicana” del Parque “Leoncio Vidal”, colocándose un monumento a Marta Abreu, en el lugar que ocupara la Pila Bautismal del demolido templo. Entre los elementos que se incorporan al área aparece una pequeña escultura denominada “El Niño de la Bota Infortunada" o simplemente “El niño de la bota” como se conoce popularmente, y que sin ser representativa de nuestra historia local ó nacional, se va a erigir con el paso del tiempo en símbolo citadino villaclareño.


Durante la primera mitad del siglo XX en Santa Clara se dio un auge constructivo impulsado, sobre todo por el plan de obras públicas del presidente Gerardo Machado, en el auge de la modernidad la villa de Santa Clara se va a dotar de importantes construcciones públicas, viejos edificios coloniales van desapareciendo para dar paso a edificios, más modernos y elegantes, muchas de ellos de un gran valor arquitectónico nacen alrededor de la plaza y en diversas partes de la ciudad, con predominio de los estilos neoclásico y art decó, representantes de las necesidades de la mediana burguesía de ese momento, así vemos levantarse en nuestro entorno cotidiano a la Glorieta del Parque en 1911; El Palacio Provincial de Gobierno (hoy Biblioteca Provincial José Martí) 1912, El Instituto de Segunda Enseñanza, construido entre 1915 y 1925, Palacio Municipal de Gobierno (hoy CMHW) 1920, Palacio de Justicia ó antigua Audiencia de Santa Clara 1927, Liceo de Santa Clara (hoy Casa de la Cultura) 1927, Club de Tenis Villaclara, (hoy el "CV Deportivo") 1929, Hotel Central 1929, Edificio El Moderno Artesano 1929.


En este periodo también ocurre la pavimentación de las calles, adoquinan las principales calles de la villa en 1927, unido a ello se realiza la red de acueducto y sistema de alcantarillado, alentados los ánimos constructivos de los villaclareños se da un crecimiento de la villa hacia las áreas perimetrales donde comienzan a aparecer urbanizaciones con agradable estilo moderno, muchas fachadas de viviendas comienzan a tener un marcado estilo Art Decó debido a la presencia de una red de industrias que suministraban elementos prefabricados decorativos de esta tendencia, en estos momentos de auge de la modernidad de la ciudad, arriba a nuestros predios “La Carretera Central” construida entre 1927 y 1931, que hace de la villa el nudo más importante de las comunicaciones en el país, al estar situada en el centro de la isla, la carretera significa progreso.


Posteriormente y hasta el año 1959 fin de la época republicana, la ciudad se provee de nuevos edificios de carácter social y religioso, en la década del 30 surgen la actual tienda Praga, el Hotel Pasaje en 1937, Colegio Champagnat (actual Preuniversitario Capitán Roberto Rodríguez) 1938, se realizan proyectos que diversifican la cultura local, en 1941 hace su debut la Orquesta Sinfónica de Las Villas, en 1948 Se fundó mediante el Decreto Presidencial No. 16, del 10 octubre la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas (UCLV), y abrió su primer curso académico el 30 de noviembre de 1952, Clínica Dispensario “Dolores Bonet” 1952, para celebrar la fecha de la fundación de la villa el 15 de julio del año 1952, fue inaugurado un monumento alegórico a la fundación de la villa, en la cima de la “Loma del Carmen”, rodeando a un árbol de tamarindo, en 1954 se concluye “La Catedral Santa Clara de Asís”, la reina del eclecticismo santaclareño, inspirada en el estilo gótico francés, fundamentalmente en la reconocida “Catedral de Notre Dame” de París.


A fines de los años 50 casi toda Cuba deseaba, el derrocamiento de la dictadura impuesta por el general Fulgencio Batista, la batalla librada aquí en diciembre de 1958, fue crucial para terminar con el gobierno existente y el triunfo de la Revolución Cubana en enero de 1959. La etapa que se inicia con advenimiento al poder en 1959 del actual régimen revolucionario, presenta diferencias sustanciales con la republicana, ya que el predominio de las obras paradigmáticas realizadas en la república, desaparecen casi de inmediato, comienzan las transformaciones de la sociedad, los que ascienden al poder buscan desaparecer todo vestigio de la vida republicana, comienzan las intervenciones, las nacionalizaciones, en la efervescencia revolucionaria de los primeros años, se demolía, y se construía otros nuevos edificios de poco valor arquitectónico se arrasaba con la memoria patrimonial de los pueblos, era un presente inseguro matizado por cambios irreflexivos, comienzan a aparecer nuevos sistemas constructivos, con el predominio de elementos estructurales de hormigón, se maneja de forma indiscriminada a criterio y capricho de las nuevas autoridades, y se aplica una nueva vertiente, la remodelación de los edificios existentes, bajo ese precepto en el año 1965, calló abatida La “Plaza del Mercado” santaclareña, para ser transformada en la hoy “Heladería Coppelia” con una arquitectura, y diseño modernista-brutalista.


En la década de los años 60 del siglo XX, nuestra ciudad sufrió también la destrucción y derribo de muchos edificios y monumentos emblemáticos, que en ocasiones provoco la destrucción del patrimonio construido de la ciudad, el más clásico ejemplo de ello lo constituye la demolición en 1966 de “El Parisién”, cafetería, dulcería, lunch, y el restaurant, más importante de la capital villareña, para construir en tiempo récor la pizzería “La Toscana”, desaparecía así a golpe y porrazo otra de las esquinas coloniales de Santa Clara, para imponer la presencia de un afeado edificio que nada tiene que ver con su entorno, otras mutilaciones pilongas, son la desaparición del “hotel Cataluña” para dar paso al “Soda INIT” ó “Los Paragüitas” (hoy Burguecentro), otra gran pérdida de este periodo lo constituyo el derribo por simpatizantes revolucionarios de la estatua de mármol blanco con la Virgen del Camino a la entrada de la ciudad, y la desaparición de la esfinge del “El Niño de la Bota Infortunada”, en esta década, se construyeron varias fábricas destinadas a dar mayor impulso a la ciudad, aparecerán así la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (INPUD), Planta Mecánica “Fabric Aguilar Noriega”, La Planta Conformadora “Enrique Villegas”, y la Industria Textil Sakenaff, (Hoy Empresa Sarek “Augusto Turcios Lima”), todas ellas impulsadas por Ernesto Guevara (El Che) ministro de industria por entonces, motivo por el cual aunado al hecho que fuera el propio Che quien dirigiera la batalla de Santa Clara, en diciembre del 58, a dado pie a que las autoridades locales y nacionales repitan constantemente la frase "Santa Clara la cuidad del Che", despojando la pertenencia de Santa Clara a Marta Abreu de Estévez.


Al arribar al trescientos centenario de la villa, los antiguos y flamantes ríos “Bélico y Cubanicay” se han ido degradando convirtiéndose en el basurero – vertedero de la ciudad, muchos de sus otrora elegantes edificios se presentan a la vista como ruinas llenas de suciedad y potencial peligro de derrumbe, así veremos, al Billarista, El Apolo, la Cámara de Comercio, el Hotel – cine – cafetería Villa Clara, los Hoteles Pasaje, el América, El Roosevelt, etc, entre tanto panorama desolador las autoridades locales deciden hacer con motivo de la conmemoración centenaria acciones para la celebración de la fecha, se sembraron 300 tamarindos en la ciudad, y luego se ha sembrado uno cada año, el Niño de la Bota se reinstaló en el Parque “Leoncio Vidal”, realizándose una réplica de la estatua, que aún persiste, se convierte como parte de la celebración un tramo de la calle Independencia en un moderno Boulevard.


Se retoman viejas tradiciones desaparecidas hace treinta años con la llegada al poder en 1959 del actual régimen, a petición de personalidades y pobladores de la ciudad de Santa Clara y con motivo de su 300 aniversario, se reinicia la tradición popular de “La Verbena de la calle Gloria” y aunque desaparecieron los objetivos religiosos de antaño. Hoy se vuelven a celebrar las fiestas presididas por las máximas autoridades del gobierno municipal, dejó así de ser la celebración de la Santa Patrona para hoy convertirse en una fiesta por el advenimiento de un cumpleaños más del ex gobernante cubano Fidel Castro, quien por caprichos de la historia nació un 13 de agosto de 1926.


En el aniversario 300 de la fundación de la ciudad, el entonces obispo de la diócesis Monseñor Fernando Prego, rescató la linda tradición de convocar a los fieles pilongos cada 15 de julio a la iglesia Nuestra Señora del Carmen junto al monumento que recuerda a los habitantes de San Juan de los Remedios, celebrando una Eucaristía, gracias a lo cual Nuevamente la Gloriosa Santa Clara y sus hijos comenzaron bien temprano dando gracias a Dios por las bendiciones recibidas y pidiendo con fervor que la ciudad lleve con orgullo su nombre, anunciando la fe de nuestros antepasados que con gratitud y esperanza construyeron la ciudad trescientos años atrás, en las áreas del parque del Carmen se reunieron las autoridades políticas junto al resto del pueblo en una gala cultural extendiéndose las actividades al resto de la ciudad. ¡Cuánta historia acumulada en tres siglos de existencia!

Galería de la Ciudad de Marta
Santa Clara:
Insignes

Articulos

Todo Mezclado

Logo-330 S Clara.png
bottom of page