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Alejandro Oms: “El Caballero Oms”.



Francisco Alejandro Oms Cosme, pelotero cubano, conocido como "El Caballero Oms", es considerado uno de los más Grandes del Béisbol Cubano de todos los tiempos, nace en Santa Clara el 13 de marzo de 1895, hijo de Ricardo y Juana Prudencia, bautizado en la pila de la Parroquial Mayor de esta ciudad ostenta por ende la condición indisoluble de “pilongo” e hijo ilustre de la villa santaclareña, creció cerca del Boulanger Park (donde hoy se encuentra la escuela de comercio), próximo a su lugar de residencia, San Cristóbal # 86 entre Maceo y Colon, allí aprendió junto a sus dos hermanos a jugar a la pelota, nunca tubo profesores ni entrenadores, nacido con el don natural para el beisbol, juntos los tres comenzaron sus carreras en el equipo nombrado Tosca, Alejandro jardinero central, Tito receptor y Eleuterio antesalista, aunque estos dos últimos no trascenderían como él, Alejandro comenzaría a destacarse con equipos de nombres importados: Chicago y Boston. Pronto supo que su lugar estaría en el jardín central. Después jugó para los conjuntos locales Pastora y Dobarganes, contra otros de su provincia natal.


Oms conoció de penurias, hijo de una familia negra de gran pobreza, herrero de profesión, supo encontrar orgullo entre los de su estirpe, comienza la carrera deportiva siendo muy joven, saltó al profesionalismo el año 1922, vestido con el uniforme del equipo Santa Clara, con el debutó en la Liga Cubana de Beisbol, como jardinero central, zurdo, donde compiló de por vida para 351 de average, allí demostró la valía de sus cualidades físicas, y por una gran disciplina, mostrando buen rendimiento, era muy seguro a la hora de realizar una jugada, con solo oír el sonido del bate ya sabía cómo colocarse para asegurar la pelota, quedando debajo de ella, difícil para salirle al pisa y corre, bateador excelente los lanzadores eran víctimas de su talento extremo; muecas de disculpas asomaban en su mejilla, cuando arribaba a la almohadilla ganada en buena lid, mostrando su respeto por el vencido.


Por su comportamiento y modales, dicen que respetó a todos, casi siempre serio, no formaba aspavientos ni alborotos, y la forma elegante con que se desempeñó en este deporte, o por su manera de comportarse en el ámbito social, lo apodaron “El caballero Oms”, pero por cualquiera de estas razones, su comportamiento social o por la elegancia con que solía desempeñarse en el terreno el calificativo es incuestionable, pasando a la posteridad como el caballero que fue, grande entre los grandes.


Este jardinero central, que bateaba y tiraba a la zurda, fue uno de los más recios bateadores de cualquier época. Su trayectoria deportiva se puede resumir de la siguiente manera, después de iniciarse con sus hermanos en el beisbol, con el equipo “Tosca” club local surgido en 1910, con el que todos los demás equipos locales deseaban enfrentarse, soñando con una ilusoria victoria equivalente a obtener la gloria olímpica a nivel de provincia, pues fue este un poderoso equipo del patio, salta en 1922 a jugar con el equipo más extraordinario que jamás ha jugado en la Isla, el equivalente a los Yankees del año 27 en Estados Unidos: “Los Leopardos de Santa Clara” de 1923, desde 1922 a 1932 bateó dos veces sobre 400 y lo hizo siempre sobre 300, enfrentándose a lanzadores prestigiosos y reconocidos mundialmente, fue respetado como jugador zurdo por batear y tirar. Una vez establecido, acostumbraba a decir: “Mi oficio es jugar a la pelota, y mi deber es batear (…) si la pasan por encima de home, yo la bateo”. Eran palabras que oficiaban como sentencias, mayoritariamente cumplidas. Tiene el reconocimiento de formar la mejor trilogía de jardineros que ha pasado por Cuba en todas las temporadas, trío este formado por Alejandro Oms en el jardín central, Pablo “Champion” Mesa en el izquierdo y Oscar Charleston en el derecho, conservando a través de los tiempos el reconocimiento de ser el trío de jardineros con mayor realce en nuestro béisbol.


Participó en dieciséis temporadas de la Liga Profesional Cubana, así como en tres torneos independientes, alternando con los equipos Leopardos de Santa Clara, Matanzas, San José, Cuba, Marianao, Habana y Almendares, es el segundo de la Liga Profesional Cubana, detrás de Cristóbal Torriente, que lo hizo para 352. Oms jugó en México y Estados Unidos de América donde participó en las Ligas Independientes de Color, o Ligas Negras norteamericanas, entre 1917 y 1935, promediando 332 en quince años, con los siguientes equipos: Cuban Stars East (1917, 1922-1932), All Cubans (1921) y en el primer New York Cubans (1935).


Siendo un pelotero excepcional sufrió pocos slumps durante su carrera, pero la temporada de 1928-29 vistiendo la casaca del club Habana, fue una de las mejores campañas de Oms, con liderazgo de bateo (432), hits (76) y dobles (18), entre las marcas impuestas por el Caballero Oms aquel año, estuvieron el mayor número de hits en un juego con 6, el 20 de diciembre de 1928; la racha de 30 juegos consecutivos bateando de hit, entre el 31 de octubre y el 24 de diciembre de 1928,


A Oms no le gustaban las entrevistas y fanfarronadas, fue un verdadero ejemplo de humildad, la huella dejada en el terreno por este jardinero y bateador extraordinario, jugador completo en todos los aspectos de su labor beisbolera, su huella en el terreno ha sido comparada con la del estelar Paul Waner. Fueron muchas las hazañas de Oms, cuentan que en una serie pactada a tres encuentros entre jugadores de las Ligas Mayores y los de las Negras, en octubre de 1927, Oms botó tantas pelotas como Babe Ruth, quien también participó, lo cual lleno de sorpresa y admiración a Ruth el cual desconocía, por supuesto, que el toletero cubano había conectado 50 cuadrangulares en las Ligas Negras ese año.


Entre 1935 y 1944, Oms participa en la Federación Venezolana de Béisbol, con los equipos Santa Marta (1935-1936), Senadores (1937), Centauros (1937) y Vargas (1939), dejando una profunda huella en Venezuela, Oms conservó la estelaridad hasta la llegada de los años 40, en que regresa a Cuba sin dinero, y muy enfermo, minado por la tuberculosis, razón por la cual en 1941 llegó al retiro en la mayor pobreza, por estos años el zurdo villaclareño fue exaltado al Salón de la Fama del Béisbol Cubano y el de las Ligas Negras de los Estados Unidos, en las que resultara un auténtico ídolo.


Para comer, tiene que volver a la pelota activa. Jugó en el torneo semiprofesional de la Liga Comercial hasta que le llega un contrato de Venezuela donde había sentado cátedra años atrás, pero ya Oms cansado y enfermo no era el que habían conocido y pronto fue devuelto a La Habana, en el ocaso de su carrera se le vió jugar, en topes de exhibición con miembros del equipo Santa Clara, en La Liga Interprovincial Amateur. Alejandro Oms se desempeñó igualmente de forma destacada en La Liga Inter-Barrios de esta ciudad, que se desarrolló en el entonces “Chávez Park”, hoy inexistente y paralelo al cementerio, de la ciudad, pese a estar acabado para la pelota, su amigo y admirador Adolfo Luque, lo incorporó al roster del Cienfuegos en la campaña de 1945-1946, para ayudarlo a mejorar sus recursos, y para darle el gusto al viejo amigo de retirarse "en el champion" que tanto prestigió, lo sacó dos veces de emergente. El 12 de octubre, Pedro Natilla Jiménez, lanzador del Habana, le dió la base por bolas. Una tarde después en La Tropical, se vio a Oms empuñar el bate por última vez, blanca la negra cabeza, flácidos los poderosos músculos, era escasamente una triste sombra del gran pelotero que había sido, el zurdo almendarista Agapito Mayor lo despedía con un ponche, nunca más se vio al "Caballero" en un terreno de pelota.


Seriamente enfermo, casi ciego y sin un peso en los bolsillos, quien fuera uno de los grandes del Béisbol en Cuba volvió a Santa Clara, donde paso sus póstumos días viviendo de la ayuda de los suyos y el favor de los amigos, regresa para La Habana e ingresa en el sanatorio para enfermos de tuberculosis "La Esperanza", y allí, solo y olvidado, muere a la edad de 51 años. Sobre el hecho de su desaparición física existe una incongruencia en la que los historiadores difieren, muchos relatan su muerte como acaecida el 9 de noviembre de 1946, en el mencionado sanatorio, varios artículos plantean que el destacado pelotero santaclareño murió ese día de noviembre, en el libro “La leyenda del béisbol cubano” , Ángel Torres sitúa su deceso en igual fecha, incluso en la tarja colocada en la fachada de la que fuera su casa natal aparece el 9 de noviembre como el día de su defunción, pero otros cronistas refieren la existencia de un artículo aparecido en el periódico “El Mundo” del miércoles 6 de noviembre de 1946, que reseña: “Alejandro Oms ha muerto. Jardinero extraordinario, bateador de peculiar eficiencia, player completo en todos los aspectos de su labor beisbolera, realmente Oms es un genuino inmortal del deporte del diamante en Cuba”. Luego en otro párrafo se señala que ha muerto pobre, muy pobre. Enfermo y abatido vino del extranjero y fue recluido en el departamento que en el Sanatorio La Esperanza posee la Dirección de Deportes donde falleció ayer” lo que indica que Alejandro Oms “El Caballero” como se le conociera murió el 5 de noviembre de 1946.


Por acuerdo del Ayuntamiento de Santa Clara, a finales de la década del 40 del pasado siglo, una calle sin nombre ni importancia de esta ciudad, se le denominó Alejandro Oms, siendo esta la primera vez que en Cuba se le daba el nombre de un pelotero a una calle, posteriormente en 1950 el alcalde municipal por entonces, doctor Juan Artiles López efectuó junto a concejales y pueblo en general una peregrinación hasta su tumba, en esta época por su condición especial de hijo de esta tierra, fueron numerosos los intentos de nombrar Alejandro Oms al desaparecido antiguo Stadium Santa Clara, Ubicado en la Carretera Central , banda Esperanza, lo que nunca surtió efecto, años más tarde en 1964, la llamada Revolución Cubana comenzó a construir un nuevo estadio beisbolero, el reclamó popular abogaba por nombrarlo Alejandro Oms, así los aficionados de terruño estaban seguros de que se saldaría una vieja deuda, un viejo olvido, con el gran Alejandro Oms, este reclamo fue apoyado por segundo secretario del Partido Comunista de Cuba, en el territorio Andrés Veitía Pingüe, pero el primer secretario para el momento, Arnaldo Milián Castro, estaba en desacuerdo, alegando a favor que el Gobierno revolucionario había proscrito el deporte profesional, y Alejandro Oms, si bien santaclareño y un beisbolista fuera de serie, había sido un deportista profesional, las pasiones se exaltaron por ambas partes convirtiéndose en desavenencia entre el primer y segundo secretario, por desgracia para la memoria histórica y la afición de béisbol en la región central del país, el líder máximo de la revolución totalitaria Fidel Castro Ruz tomó cartas en el asunto, para decidir por el nombre del futuro Stadium. Poco antes de la inauguración de la instalación, ocurrida en diciembre de 1965, se anunció oficialmente por la prensa oficial, que este se llamaría “Augusto César Sandino”, en reconocimiento al guerrillero y Héroe Nacional de Nicaragua, alguien que nunca jugo pelota en toda su vida, prefirieron poner el nombre equivocado a nuestro estadio de beisbol.


Alejandro Oms “El Caballero” fue grande entre los grandes del béisbol, catalogado como uno de los 100 deportistas cubanos del siglo XX, El diario “La Prensa”, que circula en Nueva York publicó la lista el 13 de mayo de 2000, según los datos arrojados por la encuesta que hizo a petición del cronista Juan Vené; Este periódico también lo catalogó como uno de los mejores peloteros cubanos de Todos los Tiempos y de Latinoamérica, además de los más completos en el ámbito beisbolero que han pasado por el diamante, a pesar de ello la injusticia sobre tan gran jugador del beisbol nacional e internacional, esta signada por la mentalidad de la dirigencia de la llamada revolución incapaz de reconocer valores autóctonos ajenos a ella, o será por el hecho de ser negro y pobre que las autoridades deportivas nunca han homenajeado al más grande pelotero santaclareño. En la entrada principal del estadio Augusto César Sandino de Santa Clara, hay un cuadro en la pared con su traje de pelotero y un resumen de su labor, pero pocos se detienen a contemplar la ejemplar trayectoria del santaclareño, es insólito que sea muy raramente recordado en nuestra ciudad y en Cuba como una figura que le dio brillo al béisbol cubano, o el hombre que hizo grande a los Leopardos de Santa Clara en la década del 20 y del 30 del pasado siglo, solo permanece vivo en una calle sin importancia de su ciudad natal.


Cuando se cumplió el cincuentenario de su desaparición física, un grupo de santaclareños admiradores del estelar surdo de los “Leopardos de Santa Clara” fundaron la peña deportiva “Alejandro Oms” la cual se reúne en los predios del “Parque Leoncio Vidal” los domingos, frente al hotel “Santa Clara Libre” y en rescate de su memoria colocaron una tarja conmemorativa en San Cristóbal # 86, casa natal del As del Diamante Beisbolero Pilongo, la cual hoy día está ocupada por el oficialista comité provincial del Sindicato Nacional de Trabajadores Tabacaleros (SNTT), real agravio para los santaclareños, pues esta casa puede ser perfectamente restaurada y convertida en un museo conmemorativo de nuestro deporte patrio, donde podrían brillar en el rincón de la fama local, el propio Alejandro Oms, y otros innumerables peloteros destacados del patio desde aquellas lejanas épocas hasta hoy día y los niños y jóvenes de las escuelas lleven ramos de flores a su casa el día de su natalicio, y puedan por demás adentrarse en los secretos de nuestro pasatiempo nacional.


Un día espero que no muy lejano, la historia patria se reescribirá y “El caballero Oms” será reivindicado y ocupara el lugar en el sitial que merece, y un estadio del patio llevara orgullosamente su nombre, en cuya entrada se erija una escultura de bronce en su honor, y sobre el majestuoso estadio ondeara la bandera de la estrella solitaria escoltada por la bandera de los “Leopardos de Santa Clara”.


A continuación, sus impresionantes resultados:


Récords:

  • -Tercer bateador con más alto promedio (.345).

  • Quinto en carreras anotadas (373).

  • Sexto en triples (35).

  • Octavo en dobles (99).

  • Bateador consistente y difícil de superar. De sus 19 temporadas completas (tres de ellas sumadas como independientes), apenas en seis dejó de conectar por debajo de los 300.

  • Récord de más temporadas consecutivas conectando sobre los .300 (8).

  • Más campañas sobre los .300 (11).

  • Tres veces líder de los bateadores: 1924-1925 (.393), 1928-1929 (.432) y 1929-1930 (.380), dos de ellos consecutivos.

  • En 1928-1929, resultó el Jugador Más Útil a su Club.

  • 1931-1932: líder en bases robadas (14).

  • Tres veces encabezó los dobles: 1924-1925 (13), 1928-1929 (18) y 1932-1933 (4).

  • Líder en hits en 1928-1929 (76) y 1931-1932 (44).

  • 1928-1929: 1ro. en veces al bate (176), carreras anotadas (28), jonrones (3).

  • 1ro. en bases robadas (14) en 1931-1932.

  • En 1928 implantó un récord de 30 juegos consecutivos bateando de hit, desde el 31 de octubre hasta el 24 de diciembre.

  • El 30 de diciembre de 1928 se convirtió en el primer jugador que conectó 6 sencillos en un desafío.

  • Electo al Salón de la Fama del béisbol profesional en 1944.


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