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Hablemos de: El Cuartel de Tarragona, de una joya de la arquitectura santaclareña, de un complejo mo

Unos de los sitios más icónicos de nuestra ciudad es sin lugar a dudas, el comprendido entre la Ave. Ramón Fernández Coro (Paseo de La Paz) y la calle Alemán, colindando su frente con la Carretera Central y su parte posterior con la calle Serafín Sánchez (antigua Manuel López), en esta área hoy se yergue majestuoso el “Palacio de Justicia ó antigua Audiencia de Santa Clara” como se le conoce en el argot popular, en cuyo frente se eleva el conjunto monumentario dedicado a José Miguel Gómez, el de mayor valor artístico de la ciudad.


A principios del siglo XIX esta zona constituía una sabana campestre de pura manigua y guayabales, limítrofe a la villa por su parte sur, lugar donde se estaba desarrollando la barriada de Tanoya devenida con la construcción de la ermita de la Pastora, en barrio La Pastora, uno de los cuatros cuartones en que estaba dividida la villa para ese entonces, la sabana coqueteaba con la márgenes del rio Bélico, que la separaba del creciente barrio del Condado zona donde existían innumerables sembradíos de trigo, quedaba en esta orilla la poza del rio llamada “La princesa”, charca que era deleite de grandes y chicos, hoy desaparecida por el mugre y la inmundicia que arrastra el contaminado y fétido rio.


Sucede que en el año 1826 llegaron a Santa Clara 3 compañías del Batallón expedicionario de Tarragona España, para formar parte de la guarnición de la ciudad, al mando de su comandante D. Ignacio Castellá. El ayuntamiento facilita la casa para su alojamiento al no poderla costearla la Real hacienda; y preparada al efecto la mas espaciosa de la villa, perteneciente á los sucesores de D. Diego Gómez, amplia casona ubicada frente a la plaza Mayor, ocupada desde entonces para cuartel, contemporáneamente vino también para la guarnición una fuerza de caballería de Dragones de América, que fue acuartelada por el Ayuntamiento en el edificio de la escuela creada por el Pbro. Hurtado de Mendoza, explico esto para más adelante poder entender los hechos que aquí narro.


La permanencia de estas fuerzas en la villa trajo como era regular sus ventajas, principalmente al comercio, pues circulaban mensualmente algunos miles de pesos más, que quedaban siempre en la población, paralelamente las casas de la villa adquirieron un mejor valor, y al haber un mayor consumo como había, se incrementaron muchas de nuestras producciones agrícolas. Algo cambió a la población en relación a las costumbres, con la venida de Tarragona; y aunque más ó menos perjudicial la influencia, que esto pudo ejercer en la sociedad, es preciso decir que la villa tomó un aspecto distinto, al dejar su calma ordinaria para entrar como entró en una vía de mayor animación y movimiento.


Así transcurre hasta el año 1836 en que se sitúa en la villa la jefatura militar de la tercera sección del Departamento, a cargo del coronel Don. Francisco de Paula de Alburquerque, jefe entendido, que durante su permanencia en la urbe desempeñó también la Comandancia de armas, de él fue la idea de que se destinara á campo militar la sabana inmediata á la Pastora, al salir de la calle de San José; área prestada por el Cabildo para tal asentimiento, logrando así mejoras notables en la instalación y permanencia de dichas fuerzas, obteniendo por demás el nombramiento de jefe nato de estas compañías.


Así desde las inmediaciones del siglo XIX se erigió en estas planicies un amplio cuartel, no hay muchos datos constructivos sobre el mismo, ni la forma que tenia la edificación u otro detalle de interés arquitectónico, hemos logrado encontrar un plano de planta muy rudimentario sobre lo que considero sería unas de las alas del inmueble, el interés mismo sobre esta edificación colonial esta dado por el hecho histórico de que sirvió en la época colonial como cárcel de los patriotas que se opusieron al régimen español, quienes sometidos a sumarísimos consejos de guerras, fueron condenados a pena capital y ejecutados dentro del propio establecimiento.


Durante la Guerra de los Diez Años fueron fusilados allí más de una veintena de patriotas cubanos, cifra que iría creciendo a medida que nuestras gestas libertarias avanzaban, El primer patriota en ser pasado por las armas contra el muro de fusilamiento fue Rolando Valderas, le seguirían toda una pléyade de ilustre patriotas villaclareños y cubanos, entre los que podemos mencionar Tello Mendoza quien fuera uno de los primeros en lanzarse a la guerra en el mes de octubre de 1869, esposo de la patriota Martina Lorda, ella tuvo el valor suficiente para alentarlo en aquellos momentos difíciles y pedirle que enfrentara a la muerte de pie y sin cubrirse los ojos, Vicente Machado, Cándido Rocha y Ramón Prieto, esto sería entre los meses de junio y octubre de 1869, también dignos españoles que aunaron sus esfuerzos a la independencia de la patria, dejaron su vida en este paredón de fusilamiento la historia recoge algunos de estos nombres que tuvieron la valentía de integrarse al Ejército Libertador, entre ellos, Adriano Admidasay, José Vega, fusilados el 23 de junio 1875, Atanasio Ventura Expósito, también otro soldado español sufrió igual suerte el 9 de octubre de 1877, la historia recoge que un comerciante acaudalado de la villa llamado Juan Iturralde Arteaga y su mayoral José Gómez fueron ejecutados allí, bajo la acusación de colaborar con los mambises. Este hecho originó la inspiración de una novela escrita por Francisco López Leiva “Los Vidrios Rotos” (1924) agotada al mes de publicarse y que circuló por muchos años en la villa.


Al cesar la dominación española y ser evacuado el Cuartel de Tarragona, en ese lugar se instaló la Audiencia de Santa Clara hasta que en 1927 fue demolido el viejo edificio para dar inicio a la construcción del actual Palacio de Justicia, hoy solo se conserva un fragmento de pared, en lo que son las inmediaciones del Palacio de Pioneros que lleva el nombre de José Luis Miranda, el niño mártir de la batalla de Santa Clara, antiguo “Campo Deportivo Luis Miranda”.


La construcción civil del “Palacio de Justicia o La Audiencia” se llevo a cabo entre los años de 1927 y 1929 durante el gobierno de Geraldo Machado, sobre las ruinas del derribado Cuartel de Tarragona, fue presupuestado por el Gobierno Municipal y su majestuosidad y elegancia son propias de la influencia del estilo neoclásico, diseñado retomando una arquitectura de los años 1920 de grandes palacios, de mucha belleza y estructura muy sólida, el lugar es considerado una de las maravillas de la arquitectura santaclareña, obra que distingue a Santa Clara, junto a otras edificaciones tan extraordinarias de nuestro patrimonio chico, como son el Palacio Provincial (hoy Biblioteca Provincial Martí) y el Teatro La Caridad, entre otras, constituyendo una verdadera joya arquitectónica.


Este edificio ha mantenido su función original hasta nuestros días, teniendo una participación destacada en momentos relevantes de la historia contemporánea del siglo XX y XXI, allí se han celebrado numerosos juicios, supeditados al momento de los mismos, en la etapa del gobierno de Gerardo Machado y la dictadura de Batista, fueron celebrados numerosos juicios a revolucionarios y comunistas de la época, entre ellos se destaca el juicio celebrado al que después fuera el tirano sucesor, Fidel Castro Ruz, en el Tribunal de Urgencia con la Causa # 543/50 acusado de promover disturbios estudiantiles en la ciudad de Cienfuegos. Durante la batalla de Santa Clara a finales del año 1958 enero 1959 este local fue asaltado y tomado por un pelotón de la Columna # 8 Ciro Redondo, dirigido por el Capitán Rogelio Acevedo, posteriormente tras el triunfo de la llamada “Revolución” en sus salas se efectuaron numerosos juicios a los opositores del régimen triunfante, algún día la historia se encargara de aclarar los mismos en su verdadera dimensión, hoy todavía en sus salas imparte justicia la Fiscalía Provincial de Villa Clara, a tenor de las leyes cubanas actuales.


Ubicado frente al edificio, se encuentra el “Parque de la Audiencia”, donde se halla emplazado el complejo monumentario de mayor valor artístico de la ciudad, esculpido en mármol de Carrara con los altorelieves en bronce, en honor a José Miguel Gómez jefe mambí, militar y político villareño y segundo presidente de la República de Cuba (28 de enero de 1909 – 20 de mayo de 1913), en 1925 se comienza a publicar en la prensa la próxima construcción del complejo monumentario. El 8 de octubre de 1925 el diario “La Publicidad” cursa la invitación para la ceremonia de colocación de la primera piedra que debía llevarse a efecto el día 10 como conmemoración a la gloriosa fecha patria, el propio periódico local “La Publicidad” , en su edición del martes 13, bajo el título de “Fiesta Patriótica del 10 de octubre” comenta sobre las actividades desarrolladas en la ciudad con motivo de la efeméride y bajo el subtitulo de la “Primera Piedra” hace la reseña del hecho, comentando entre otras cosas:


“A las nueve y treinta antes meridiano el doctor Ramón Lorenzo, secretario del Comité Gestor, levanto un acta que firmó el Presidente, Juan Cardoso, y demás miembros de dicho Comité, y un crecido número de las personas allí presentes, colocando un ejemplar de dicha acta, en una caja de metal la que además contenía una colección de monedas nacionales, otra de periódicos de la localidad y algunos documentos más, la cual fue convenientemente cerrada, y colocada en un lugar preparado parara la misma, a continuación la Sra. María Díaz del Villar de Méndez Peñate, en nombre y representación de la venerable matrona, Señora América Áreas, viuda del ilustre caudillo, echó la primera palada de arena, como parte de la ceremonia de colocación de la primera piedra del conjunto monumental, mientras que la Banda Municipal dejaba oír las melodiosas notas del himno nacional de Bayamo. El monumento demoraría bastante en inaugurarse, una parte llego a la Habana a fines de marzo del 26 traída de Italia, donde fue mandado a construir, después de varios intentos de inauguración, esta ocurre en 1928.


Por la significación, de todo lo argumentado aquí, el Palacio de Justicia de Santa Clara, está declarado Monumento Local de La República de Cuba, desde el 30 de diciembre de 1991.


Ahora bien a la luz de estos hechos nos preguntamos, que paso con el resto del muro del antiguo “Cuartel Tarragona” que se dejo como testimonio de lo aquí acontecido, siendo la pieza cenicienta de esta área, al no competir en belleza y magnificencia con “Palacio de Justicia o La Audiencia” ó con “El complejo monumentario en honor a José Miguel Gómez”, sigamos su historia:


En el fragmentos que se conserva del paño de pared del cuartel Tarragona, por iniciativa del Club Revolucionario Villareño Martí se colocó una tarja de mármol que decía “caminante descúbrete, este lugar está santificado por la sangre de los patriotas que el tirano hizo morir porque ansiaban la libertad de la Patria.”… se dice que los que pasaban por el lugar se quitaban los sombreros, en los años posteriores a 1940, la tarja de mármol fue sustituida por otra de bronce, que colocó el “grupo de los mil” y que se mantiene en estos momentos, en ella se ve la bandera cubana y un machete cruzados debajo del escudo e inscrito se lee en primera línea: "Monumento de los Patriotas Fusilados en este lugar..." y la relación con los nombres de los ejecutados en la gesta independentista, y como dice el cronista paso el tiempo y paso… con el devenir de los años se fue borrando de la memoria histórica de los villaclareños el significado de tan modestas ruinas, después del triunfo revolucionario muchas historias hechos y héroes han sido borrados paulatinamente de la vida cotidiana, en el interior del otrora flamante y hoy en ruinas, palacio de pioneros de Santa Clara se monto una plataforma de concreto a modo de escenario al pie del sagrado muro, donde generaciones de niños villaclareños actúan, bailan declaman y ejercitan las más disimiles facetas del arte sin que sepan o alguien le diga que aquel lugar en una época fue área de suplicio para los aguerridos patriotas que se alzaron en contra de la dominación española en Cuba, y que el muro del fondo del escenario fue utilizado como paredón de fusilamiento durante las guerras por la Independencia Patria.


Allí escondidito en una esquina aledaña al área, sigue en pie, negándose a caer, formando parte del cercado perimetral del Palacio de Pioneros de Santa Clara, desvencijado, desprotegido, desguarnecido, herido en su integridad por el intemperismo, la desidia oficialista y el olvido ciudadano, aunque hay discrepancias entre algunos historiadores sobre este muro, unos dicen que sí, que pertenecía al Cuartel de Tarragona, y hay otros que señalan que era de otro llamado Cuartel de los Dragones, por eso al inicio de este articulo señale la llegada de ambos cuerpos en fechas muy próximas a la villa, a mi modesta opinión, considero que forma parte del primero, pues según he podido discernir, luego de estar la fuerza de caballería de Dragones de América, en el edificio de la escuela creada por el Pbro. Hurtado de Mendoza, fueron mudados a otro cuartel cardinalmente opuesto al que hablamos, en la zona norte de la villa, y muy cerca del área fundacional, convertido posteriormente en la Escuela Normal para Maestros de Santa Clara y que hoy constituye la escuela primaria “Viet Nam Heroico” en las inmediaciones del ferrocarril pero de ello hablaremos en otro artículo,


El punto más importante es que ante este fragmento del muro, donde fueron pasados por armas cubanos y españoles que se alzaron en contra de la dominación española en Cuba llegara el día que cada villaclareño que pase por el área cumpla con aquel viejo adagio: “caminante descúbrete, este lugar está santificado por la sangre de los patriotas que el tirano hizo morir porque ansiaban la libertad de la Patria.”… recuperar la memoria histórica de nuestra patria es el deber de cada uno de sus ciudadanos, ella no se asienta en conocer fechas y datos, la memoria histórica es otra cosa, es lo que el pueblo recuerda y como lo recuerda, es no olvidar las enseñanzas a través de lo ocurrido en el pasado, muchas veces con sangre, para no volver a cometer los mismos errores en el futuro, un pueblo sin memoria histórica esta necesariamente condenado a morir, salvemos la patria, pues como dijera nuestro héroe nacional José Martí “Honrar, honra”.


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