ERES PILONGO… SÍ ó NO???
Si algo llena de orgullo al villaclareño (hoy santaclareño) resulta la de ser “Pilongo”, pues de inmediato lo identifica, hoy por extensión se denomina así todo natural de Santa Clara, pero no todos somos “Pilongos”, aunque hoy sean así reconocidos los habitantes de la ciudad de Marta, hayamos o no recibido el bautismo en la antiquísima pila, pero realmente “Pilongo” es aquel bautizado en la pila bautismal que existió en la Parroquial Mayor desde los tiempos de Juan Martín de Conyedo, allá por los lejanos años de mil setecientos y tanto.
La pila bautismal, confeccionada con piedra de la Loma del Capiro, se colocó allí en 1725 y sirvió para tales oficios hasta la demolición de la Parroquia Mayor en el año 1923, y como no fue recogida por el Párroco, lo hizo el entonces Gobernador Provincial, que la mando a instalar en la primera habitación de su residencia, en el propio Gobierno. Más tarde, otro gobernador de turno la hizo trasladar al salón principal y allí estuvo hasta que en 1934, que a solicitud del párroco Ángel Tudurí, fue entregada a este, que la instalo en la Iglesia del Carmen. En 1954 se terminan las obras de la Parroquial Mayor Santa Clara de Asís, pasó en aquel momento nuestra pila bautismal a la misma donde ha permanecido hasta los días de hoy.
La historia es poco más o menos así como se las cuento, entonces puedes guiarse para saber si aún no lo sabes, eres pilongo, si fuiste bautizado en:
Parroquial Mayor entre 1725 y 1923
Iglesia del Carmen entre 1934 y primera mitad de 1954
Catedral Santa Clara de Asís desde segunda mitad poco más o menos del año 1954 a la fecha.
Esta pila bautismal tallada en piedra proveniente del corazón de una de nuestras elevaciones autóctonas, constituye uno de los símbolos que más representa a la ciudad de Santa Clara junto con nuestro frondoso y florido tamarindo.
Ser “Pilongo” presupone amar esta centenaria villa, con sus calles estrechas y adoquinadas, que se deslizan otrora entre los dos ríos, Cubanicay y Bélico, hoy extendida mas allá de sus márgenes, amar sus plazas orientadas de norte a sur y detenernos en el atardecer en la principal de ellas, El Parque Vidal, sentarnos allí, frente a su glorieta, apreciar la llegada de miles de pájaros negros a su acogedora protección y escuchar las campanadas del reloj del viejo Ayuntamiento, hoy cede de la emisora de radio local CMHW. Sentir el calor acogedor y bullicioso de sus pueblerinos en su sempiterno bullir.
Y aunque por antonomasia y tradición sean reconocidos como “Pilongos” los habitantes de esta hospitalaria ciudad, hayamos o no recibido el bautismo en la pila tallada con piedra de nuestra Loma del Capiro si te encuentras en alguno de los casos anteriores, entonces puedes decir lleno de orgullo soy….. “Santaclareño” por nacimiento, “Pilongo” por bautizo.
