LOS PERROS VAN AL CIELO… A TRAVÉS DEL PUENTE DEL ARCOIRIS… (En memoria de Clhoi).
Clhoi, fue la consentida de la casa llego a nosotros inesperadamente, la primera vez que la vi tenía apenas 10 horas de nacida en una camada de 8 perritos callejeros, me atrajo el tamaño que poseía, que sobresalía del resto y el color marrón de su pelaje desde ese momento un hilo invisible nos unió, días después fue a la casa para comenzar su aprendizaje de mascota faldera, sus hermanos fueron publicados por mi esposa en la internet y colocados en un hogar uno por uno de forma tal que todos aunque nacieron en la calle encontraron un hogar donde crecer felices,
Pero el destino está prescrito de antemano y ante la voluntad divina debemos someternos, un feo accidente nos las llevo hace un tiempito, una de las cosas más dolorosas que nos ha pasado, perder a mi mejor amiga, mi mascota. Dicen los estudios que el ser humano sufre más por la pérdida de su mascota que la de algún familiar, he pasado por ambas y duele, duele mucho. Nadie me dijo, Clhoi, que te perdería tan pronto, te extraño tanto, ¿Sabes por qué te extraño tanto?, Siempre estuviste a mi lado en las buenas y en las malas, nunca me juzgaste, jugamos juntos, y una que otra vez hicimos más de alguna travesura. Tanto por agradecerte y tú ya no estás aquí, pero sé que estás en un lugar donde ya no sufres más por ese grotesco percance que te alejó de nosotros, te mando un beso hasta el cielo, porque sé que desde allá sigues siendo mi mejor compañera.
Sabes… “Sucede que cada vez que pierdo un perro, se lleva un pedazo de mi corazón con él. Y cada perro que entra en mi vida me regala un trozo del suyo. Si logro vivir lo suficiente, todas las partes de mi corazón serán de perro y llegare a ser tan generoso y bueno como lo son ellos”
Pero dentro de tanta aflicción, creo en la existencia de “El Puente del Arcoíris” una leyenda anónima sobre un lugar en el paraíso a donde van nuestras mascotas muerta a esperar el día en que nos toque partir a nosotros de este mundo, tal vez sea solo un sueño o una quimera, pero con profunda fe, creo que el más allá de los animales es una realidad, y que allí te encuentres feliz y a la espera.
Los que hemos perdido a nuestros animales porque la muerte se los llevó, las palabras del Papa Francisco “Un día vamos a ver de nuevo a nuestros animales en la eternidad de Cristo. El Paraíso está abierto a todas las criaturas de Dios” nos deben llenar el alma de alegría… porque volveremos a reunirnos con nuestras mascotas, en el cielo, cuando nos toque partir, espero que el día que me toque a mí, Clhoi esté allí esperándome junto con Glanda y Bettsy, mis mascotas anteriores que también ya partieron.
